libros radiantes
La Pareja
Julio Scherer García
Plaza y Janés, 2005
Tic tac tic tac. La pareja es una bomba periodística. Pero no estallará ahora. La cuenta regresiva de este revelador análisis sobre los discursos de la (dis)pareja presidencial iniciará al término del periodo de mando de la misma. En ese momento, veremos crecer el asunto del litigio entre la presidencia y la revista Proceso, fundada por Scherer.
El libro expone una valiosa colección de disparates ‘en pareja’. Sólo por mencionar uno de los más vergonzosos, resumimos: Fox presenta a su gabinete en televisión al tiempo que pide una porra por México…y todos contestan “Alabío, alabao, alabimbombá, México, México, ¡ra ra ra! No en vano, Carlos Castillo Peraza apodaba a Vicente Fox ‘La boca’.
Dos objetivos resultan evidentes a lo largo del escrito: uno, demostrar que Vicente Fox es un hombre ignorante, inestable y mentiroso; una persona con habilidades para dirigir una empresa como Coca Cola, más no un país como México. El segundo, defender a Julio Scherer Ibarra de lo que, de acuerdo con el autor, ha sido una persecución política-financiera orquestada desde las élites del gobierno foxista. Misma que se ha apropiado el periodista: “mi vida no es sólo mía. Una parte, no sé cuál, no sé cuánta, pertenece a Julio Scherer Ibarra [su hijo]”.
Una lección de historia sobre política y una cachetada de desprestigio intelectual; dedicatoria especial a Los Pinos. Nos queda la sensación de que, lo que se lee, es tan sólo el prólogo de una historia que empezará en el último minuto del sexenio foxista, el día en que, La pareja, se quede desnuda de poder. Ya veremos.
S. Brown.
La familia presidencial.
Anabel Hernández y Arelí Quintero
Editorial Grijalbo, 2005
Demoledor. Un cohetón al gobierno del “cambio”, que seguramente explotará en los tiempos de la batalla electoral. Si un estado anímico despierta este libro, aparte del coraje, es la decepción. Si eres panista o foxista de hueso colorado, evita su lectura, vas a terminar tirando a la basura tus posters y souvenirs del “cambio”.
El trabajo periodístico de Quintero y Hernández es sólido y contundente; de no ser por la diversidad de fuentes, parecerían historias de ficción política y, lo que resulta, son historias del absurdo que nos demuestran las contradicciones entre el discurso del “cambio” y las acciones de la familia presidencial: tráfico de influencias, asignación de contratos para sus amigos, derroche de presupuestos públicos y malversación de fondos. Nos demuestra que, “el cambio”, sólo fue cosmético, y aparte, de mal gusto.
Historias similares a las que, en algún momento, protagonizó Raúl Salinas, el “hermano incómodo”, sólo por poner un referente. Sin duda, una perla periodística que Martita no querría tener en su cuello. Tan indecentes ellos, ni parecen de Guanajuato.
-S. Brown
Tijuana tango
Francisco Morales
Editorial Tijuana Zona libre
Siempre con su sombrero de palma, Francisco Morales recorre desde hace 40 años su ciudad adoptiva, la Tijuana larga, infinita. La observa en el crujir de los carros, en el movimiento de la mano de una mujer, en el tránsito incesante por la calle Tercera o en cualquier detalle, que se muestra en “Tijuana tango”.
La ciudad que él recorre es diferente a la que vemos, pero también es la misma. Nos lleva a conocer otros fondos debajo de las superficies, y las transforma -a la velocidad de tres tazas de café por hora- con esas palabras, “las condenadas, las malditas palabras, esas bestias sin amo”, como él dice.
Este libro es el primero de la nueva editorial Tijuana Zona Libre, y en él se incluyen, a su vez, tres libros: Tijuana tango y La ciudad que recorro, los cuales ya había publicado en los ochenta; así como el inédito Itaca, circa 2004, que es la segunda parte de La ciudad que recorro.
En cada poema nos presta sus ojos y su sombrero de palma para que veamos como él ve, con la mirada que fue construyendo desde que nació por allá, en lo más alto de la Sierra Madre Occidental, entre Chihuahua, Sonora y Durango, y que sigue describiendo en cada nueva línea. Un monstruo.
“Pienso a veces, ciudad, que voy buscando sin linterna tu ruta”, dice. Y nos abre paso. Y con cada palabra, la ciudad se expande en esas páginas llenas de cordilleras, desiertos y ríos atravesados.
Vamos siendo en tus charcos, ciudad, ballenas presas,
encalladas, posesas de un monstruo demencial
Paty Blake
December 18, 2005
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